El Caribe acaba de registrar la mayor compraventa de hoteles de su historia: Hyatt vendió 15 propiedades de Playa Resorts por US$2,000 millones a Tortuga Resorts, una alianza entre el fondo estadounidense KSL Capital Partners y la firma mexicana Rodina, propiedad de los hermanos Andrés y Felipe Chico Hernández.
Los nuevos compradores tienen vínculos directos con uno de los principales monopolios del turismo en la región: su padre, Fernando Chico Pardo, es propietario del aeropuerto de Cancún, el más transitado del Caribe y una mina de ingresos para el grupo Asur.
Rodina Capital, liderada por los hijos de Chico Pardo, se ha posicionado como un jugador clave en el sector hotelero de lujo con adquisiciones en México y Europa, incluyendo el Four Seasons de Mallorca y el Villa Magna de Madrid. Su socio, KSL, acumula una trayectoria de más de 100 transacciones globales valoradas en más de US$15,000 millones desde 2005.
La venta forma parte de la estrategia de Hyatt para centrarse en un modelo “asset-light”, enfocándose en la gestión de propiedades más que en su posesión. De hecho, aunque vendió los inmuebles, Hyatt retendrá la operación de 13 de los 15 resorts por al menos 50 años, consolidando así su presencia con marcas propias como Secrets, Dreams, Sunscape y Vivid.
Varios de estos hoteles, anteriormente operados bajo marcas como Hilton y Wyndham, ya han comenzado a ser rebautizados. Entre ellos destaca el Hilton Playa del Carmen, ahora “Península Hyatt Vivid Playa del Carmen”, y el Hilton Rose Hall en Jamaica, convertido en un Dreams. En República Dominicana, los antiguos Hilton La Romana ahora operan como Secrets y Dreams, mientras que el Wyndham Alltra Cancún pasó a llamarse Península Sunscape.
Con esta operación, Hyatt da un paso más en su reestructuración global, tras haber adquirido en años recientes a Apple Leisure Group y parte de la gestora de Bahia Principe, propiedad del Grupo Piñero.