
La muerte del papa Francisco ha provocado una ola de condolencias a nivel global, con especial resonancia en América Latina, región de origen del pontífice, así como en Europa y otros territorios donde su figura fue clave en temas sociales, ambientales y religiosos. Políticos, exmandatarios y jefes de Estado han recordado su legado con palabras de admiración y respeto.
El papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano y jesuita en llegar al Vaticano, fue ampliamente reconocido por su defensa de los pobres, su llamado a la justicia social y su impulso al diálogo interreligioso. Tras conocerse la noticia de su fallecimiento, gobiernos y líderes de todo el mundo expresaron su pesar mediante comunicados oficiales y mensajes en redes sociales.
El presidente dominicano, Luis Abinader, expresó en Instagram su pesar por la muerte del papa Francisco, destacando su liderazgo, su defensa de los derechos humanos y su servicio a los más necesitados. “Su memoria permanecerá por siempre”, escribió.
En México, la presidenta Claudia Sheinbaum lo describió como “un humanista que optó por los pobres, la paz y la igualdad”, y lamentó su fallecimiento como una gran pérdida para creyentes y no creyentes por igual.
Desde Cuba, el presidente Miguel Díaz-Canel recordó el afecto que el Papa mostró al pueblo cubano y expresó un mensaje de profundo lamento. En la misma línea, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia destacó la figura del Papa como símbolo de paz y reconciliación, recordando su visita en 2017.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, decretó siete días de luto nacional y publicó un extenso mensaje en el que destacó la empatía, tolerancia y solidaridad del pontífice. Subrayó su compromiso con los pobres, refugiados y víctimas de la guerra, así como su crítica a los modelos económicos que generan desigualdad y su lucha por el cuidado del planeta.
En Uruguay, el mandatario Yamandú Orsi expresó que el Papa “partió quizás en un momento en que el mundo más lo necesitaba”, y lo describió como un líder que dejó una huella imborrable. El presidente de Bolivia, Luis Arce, elogió su lucha por la justicia social y su legado medioambiental, especialmente reflejado en la encíclica “Laudato Si’”.
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, lo definió como “un hombre de paz y sabiduría” cuya vocación por los más pobres dejó una marca trascendental. En Ecuador, Daniel Noboa Azin reconoció al papa como un líder de su época, valiente y sencillo, que dejó una huella espiritual en millones de personas.
Por su parte, el Gobierno del Perú lamentó su muerte en un comunicado oficial, destacando su papel como “pastor universal” y defensor del diálogo interreligioso y de la dignidad humana. En Chile, el presidente Gabriel Boric agradeció su cercanía con el pueblo y su llamado constante a la justicia social.
En España, el presidente Pedro Sánchez elogió el compromiso del Papa con los más vulnerables y decretó tres días de luto oficial. También resaltó su trabajo en favor del medio ambiente y de la equidad global.
Desde Ucrania, el presidente Volodímir Zelenski emitió un mensaje en el que señaló que “millones de personas lloran la trágica noticia” y agradeció las oraciones del Papa por el pueblo ucraniano y por la paz.
En Estados Unidos, el expresidente Barack Obama expresó que el papa Francisco fue “un líder excepcional” que inspiró a la humanidad con gestos de humildad, como abrazar a los enfermos o lavar los pies de jóvenes presos. “Michelle y yo lloramos junto con todos los que en el mundo se sintieron fortalecidos por su ejemplo”, publicó en X.