El puente flotante sobre el río Ozama, que conecta al Distrito Nacional con Santo Domingo Este, fue instalado a finales de los años 90 como una medida provisional para mejorar el flujo vehicular.
A pesar de su carácter temporal, la estructura continúa en uso 27 años después de su colocación.
La estructura, compuesta por dos barcazas metálicas con superficie asfáltica, fue colocada durante el primer gobierno de Leonel Fernández (1996-2000).
Su instalación respondió a la necesidad de descongestionar el tránsito entre ambos lados del río Ozama, pues, para la época, se iniciaba la construcción del puente Juan Bosch, paralelo al Duarte.
O sea, obedeció a un contexto de crecimiento urbano y aumento del parque vehicular.
Desde su creación, la operatividad y mantenimiento del puente están a cargo de la empresa Centro Diesel, responsable del personal, combustibles y equipos necesarios para su funcionamiento.
El puente debe abrirse de forma programada para permitir el paso de buques por el río.
TRÁNSITO DIARIO Y RELEVANCIA ACTUAL
Aunque fue concebido como una solución temporal, hoy es una vía esencial para el transporte entre el centro de Santo Domingo y la zona oriental.
Se estima que por el puente flotante circulan alrededor de 35,000 vehículos diarios, lo que representa aproximadamente 175,000 personas si se considera una media de cinco ocupantes por vehículo, según cálculos utilizados por organismos de socorro.
Cualquier cierre del puente, aunque sea breve, provoca congestión en los demás puentes que cruzan el Ozama, evidenciando su papel como infraestructura crítica para la movilidad urbana.
COSTOS DE MANTENIMIENTO
La estructura es propiedad del Estado dominicano, pero Centro Diesel ha recibido pagos continuos por su operación y mantenimiento desde su instalación.
No existe una cifra consolidada sobre el monto total invertido en casi tres décadas.
Sin embargo, suministrados por el Ministerio de Obras Públicas a N Digital, indican que entre marzo de 2022 y mayo de 2025, fueron transferidos un total de RD$56,417,025.83 millones a la empresa encargada.
Esto representa un promedio mensual de aproximadamente RD$ 1,446,590 durante esos 39 meses.
En los primeros años del contrato, el pago mensual era considerablemente menor: alrededor de RD$ 70,000, lo que dificulta establecer un promedio general de costos históricos.