Un video difundido en redes sociales ha generado una ola de indignación al mostrar a una mujer haitiana, recién parida, desmayada dentro de una guagua de la Dirección General de Migración (DGM) durante un operativo de deportación. En las imágenes, otra mujer sostiene al recién nacido cerca de una ventana del vehículo en un intento por proporcionarle aire fresco, mientras varios pasajeros claman por ayuda.
Este incidente se suma a una serie de operativos migratorios en hospitales públicos del país, donde se han detenido a mujeres haitianas embarazadas o que acaban de dar a luz. Según informes, al menos 87 mujeres en estas condiciones, junto con 48 menores, han sido deportadas recientemente.
Organizaciones internacionales y expertos en salud han expresado su preocupación por los riesgos que estas acciones representan para la salud materna e infantil. La falta de acceso a cuidados posparto adecuados y a vacunas esenciales, como la BCG y la hepatitis B, pone en peligro la vida de las madres y sus hijos.
Además, se ha señalado que el estrés emocional y físico al que son sometidas estas mujeres puede aumentar el riesgo de complicaciones posparto, como la eclampsia, infecciones y hemorragias.
Las autoridades dominicanas aún no han emitido declaraciones oficiales sobre el incidente ni sobre las condiciones en las que se están llevando a cabo estos operativos.
Este caso ha reavivado el debate sobre las políticas migratorias en República Dominicana y la necesidad de garantizar el respeto a los derechos humanos, especialmente de los grupos más vulnerables.