A las 13:05 del 31 de marzo de 1995, Selena Quintanilla Pérez fue declarada muerta.

La cantante de 23 años estaba en la cima de su carrera.

Era la «reina del tex-mex«, un género musical que combina los ritmos populares de México y Texas (Estados Unidos) y que definió su carrera iniciada cuando apenas tenía 10 años.

Su legado es tan importante todavía que artistas como Beyoncé y Selena Gómez la han mencionado como influencia en su música.

Incluso la carrera de la cantante neoyorquina Jennifer López fue impulsada por la interpretación que hizo de la tejana en 1997 en la película «Selena».

Un año antes de morir, en 1994, Selena había ganado su primer premio Grammy. Vendía millones de copias de sus cinco álbumes de estudio como solista y estaba por lanzar uno más cuando su voz fue apagada.

Yolanda Saldívar, la fundadora y presidenta del club de fans de la artista, se había convertido en su asistente personal y gerente de ventas de su marca, Selena Etc. Pero después de cuatro años de colaboración, la relación de ambas se había deteriorado.

En medio de una discusión, la mañana de aquel 31 de marzo, Saldívar disparó un revólver calibre .38mm que dejó herida de muerte a la cantante, como se determinó posteriormente en el juicio.

Saldívar declaró desde un principio que sí disparó en contra de su «hija», como la llamaba.

Pero desde entonces ha mantenido que fue por accidente.

«Todo lo que puedo decir es que nunca, nunca hubo ninguna intención de hacerle ningún daño. En ningún momento quise lastimar a nadie. No supe cuándo se disparó mi arma», dijo en sus más recientes declaraciones al respecto, recogidas en una serie titulada Selena & Yolanda: The Secrets Between Them («Selena y Yolanda: los secretos entre ellas») y que vio la luz en febrero del año pasado.

La mujer que se declaraba fan número uno de Selena fue hallada culpable del asesinato de la artista y fue sentenciada a cadena perpetua con posibilidad de optar a la libertad condicional, algo que se le denegó este jueves.

Pero ¿qué pasó aquella mañana de hace 30 años?

De la cercanía a la separación

La relación entre Selena y Saldívar comenzó en 1991.

En aquel año, la mujer de entonces 31 años se acercó al padre y manager de la cantante, Abraham Quintanilla Jr., para proponerle la creación de un club de fans del que ella misma fue nombrada presidenta.

El club acumuló seguidores rápidamente y el trabajo de Saldívar la acercó cada vez más a Selena, quien con el tiempo la llegó a considerar su asistente personal y luego encargada de negocios, entre ellos los de su marca de moda Selena Etc.

«Hacía cualquier cosa que se necesitara hacer por Selena», dijo Chris Pérez, el esposo de Selena, en una entrevista ofrecida a la BBC en 2014.

Sin embargo, para inicios de 1995 la relación entre Selena y su asistente se había torcido.

En marzo de ese año Saldívar fue destituida del club de fans y apartada del manejo de los negocios.

La familia de Selena testificaria más tarde que Saldívar había estado malversando dinero de estos negocios, aunque nunca fue juzgada por ello.

La noche del 30 de marzo, Selena y Pérez fueron a ver a Saldívar para que la mujer entregara documentos empresariales que aún estaban bajo su poder, según las investigaciones.

Saldívar acababa de llegar de un viaje a Monterrey, México, y se estaba hospedando en la habitación 158 del hotel Days Inn de Corpus Christi, Texas.

Pero Selena luego se dio cuenta de que Saldívar no le entregó todo el material que ella le había solicitado, por lo que la llamó y acordaron verse a la mañana siguiente.

En el diálogo, Saldívar le confesó que había sufrido una agresión sexual en su viaje a Monterrey, por lo que Selena aceptó llevarla a un hospital para ser atendida al día siguiente.

El ataque a Selena

Según reportes de medios locales, Saldívar y Selena se vieron el 31 de marzo alrededor de las 9:00 horas y acudieron a un hospital donde un médico determinó que no había signos de violencia sexual.

 

La situación enfadó a Selena, quien llevó a Saldívar al hotel Days Inn para que finalmente le proporcionara todos los documentos que tenía en su posesión.

 

De acuerdo con la acusación presentada en el juicio, empezaron a discutir en la habitación 158 hacia las 11:00 horas.

 

Selena le exigió los documentos; quería marcharse del lugar, pues la esperaban en el estudio de grabación para continuar el que iba a ser su nuevo disco.

 

A las 11:48, la cantante intentó salir del cuarto, pero Saldívar tomó un revólver Taurus .38mm y accionó el arma. Un disparo alcanzó a Selena en la parte superior derecha de la espalda.

 

La herida le hizo perder mucha sangre desde el principio, como los fiscales mostraron con evidencias fotográficas y con las declaraciones del detective Paul Rivera y otros testigos, entre ellos empleados del hotel.

 

Aun así, la joven de 23 años pudo salir para pedir ayuda y se desplazó unos 100 metros hasta llegar a la recepción del hotel, en donde finalmente cayó inconsciente.

Sus últimas palabras fueron: «Yolanda, habitación 158».

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